¿Conoces los mejores hábitos para una conducción eficiente? Existen determinadas pautas en función de tu tipo de vehículo (tradicional, automático, eléctrico…). La clave para aprovechar al máximo la energía de tu coche y reducir el consumo de carburante es conducir de forma consciente, atendiendo a las necesidades de cada automóvil para mejorar la seguridad y minimizar los gastos de mantenimiento.

Compartimos aquí una serie de recomendaciones sobre conducción eficiente e-Automotive y os animamos a consultar el artículo completo de Cómo conducir de forma eficiente según el tipo de motorización del vehículo.

Conducción eficiente

Vehículos de combustión tradicional

Cuando se arranca el vehículo hay que evitar pisar el acelerador y, una vez que se inicia la marcha, hay que cambiar a la segunda marcha enseguida. El cambio de marchas ha de ser ágil y, siempre que sea posible, hay que conducir en marchas largas. En gasolina ha de conducirse a unas 2000 rpm mientras que en los diésel el parámetro baja a las 1500 rpm para lograr un consumo óptimo.  A la hora de decelerar, lo ideal es dejar de pisar el acelerador, frenar suavemente y reducir lo más tarde posible, apurando el recorrido de cada marcha, sin que el coche llegue a calarse.

Coches automáticos

Estas pautas también aplican a los coches automáticos, donde el propio vehículo selecciona las marchas más eficientes. Sin embargo, el conductor puede incrementar la eficiencia levantando el pie del acelerador ligeramente, de manera que la caja pueda determinar pasar a una relación superior, reduciendo así el consumo. De lo contrario, si se pisa a fondo el pedal, el coche decidirá retrasar el paso a una marcha más larga.

Vehículos mild – hybrid

Los coches con tecnología micro híbrida dotan a la mecánica tradicional de una pequeña disminución en sus emisiones y consumos a través de una pequeña batería que, entre otras bondades, permite a los coches mantener la velocidad en pendientes soltando el acelerador al general el conocido como “efecto vela”. Esta batería sirve además como apoyo en el primer impulso para desplazar el vehículo y para ganar velocidad. Por lo demás, funcionan igual que las motorizaciones tradicionales.

Vehículos eléctricos

Estos coches funcionan completamente con electricidad, por lo que todo lo que activemos en el vehículo irá en detrimento de la autonomía. Por ello, lo mejor para las baterías es circular lo más libre de cargas posibles y mantener una velocidad constante, sin aceleraciones bruscas. Además, cuentan con un sistema de recuperación de energía para la auto recarga, de modo que almacenará la energía recuperada en frenadas o a través del efecto vela, aunque no es suficiente para cargar el vehículo completamente, teniendo que enchufarse a la corriente.

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